Elder Scrolls
Registrarse
Advertisement

agonía, pero al final lo conseguí. Cuando mis ojos se acostumbraron a la tenue luz de mi nuevo entorno, me di cuenta de que me encontraba ante el mismísimo lord Vivec, que me estaba mirando, sin más... flotando en su trono y atravesándome con sus penetrantes ojos. Cuando empecé a postrarme en señal de respeto, levantó una mano, como diciendo que no era necesario. ¿Estaba muerto? ¿O es que nuestro señor Vivec estaba complacido conmigo? ¿Estaba
Advertisement