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Markarth es una ciudad de Skyrim, la capital de su comarca de La Cuenca durante la Cuarta Era. Durante la Tercera Era fue un pequeño pueblo sin más relevancia.

Historia[]

Markarth fue una ciudad formada por Nchuand Zel, perteneciente a los antiguos dwemer, residentes de Morrowind, Skyrim y Páramo del Martillo durante la Primera Era, y cuyos orígenes se sitúan en la región del oeste central de Skyrim, la residencia de las tribus nórdicas.

Tras la desaparición de los dwemer de Nirn, tras su intención de controlar Numidium, Markarth fue abandonada hasta el surgimiento del Imperio Septim, el tercero de los imperios de Cyrodiil, con Tiber Septim como líder, y su sucesor Pelagio Septim. Tiber estableció el Colegio imperial de la Voz en Markarth, donde, más tarde, se atrajo a los nórdicos a establecerse como una de sus nueve ciudades en Skyrim.

Al contrario que otros lugares dwemer localizados en Morrowind y Páramo del Martillo, Markarth no fue construida usando metal, sino con piedra, debido a la gran abundancia de este material en las montañas de Skyrim. Otra teoría explicaría que los ocupantes nórdicos construirían su propia ciudad bajo las ruinas de la ciudad metálica, que estaría bajo el suelo.

Incidente de Markarth[]

Markarth fue tomada por los nativos de la Cuenca cuando la Legión Imperial tuvo que abandonar la ciudad en el 174 CE, presionados por la conquista de la Ciudad Imperial por parte del Dominio de Aldmer. Los Renegados, como fueron conocidos desde entonces los nativos de la Cuenca, establecieron allí un reino independiente de Skyrim. En el 175 CE las tropas imperiales volvieron a tomar la Ciudad Imperial, y entonces los nórdicos que habían sido expulsados de Markarth volvieron la vista a la ciudad de nuevo. El antiguo jarl Hrolfdir organizó junto a su hijo Igmund y Ulfric Capa de la Tormenta una milicia para recuperar la ciudad, a cambio de que se volviera a permitir el culto a Talos, prohibido recientemente tras la firma del Concordato Blanco y Dorado que puso fin a la guerra entre el Imperio y el Dominio.

Los milicianos consiguieron recuperar la ciudad, acabando con todos los Renegados y su líder Madanach, que dio con sus huesos en la cárcel de la Mina de Cidhna. Durante un tiempo el culto a Talos fue restablecido, pero en cuanto la Legión volvió a la ciudad lo prohibieron de nuevo por presiones del Dominio, volviéndose Hrolfdir contra Ulfric, y provocando en última instancia que éste comenzara su Rebelión de los Capas de la Tormenta.

Por juego[]

Cartas relacionadas[]

Apariciones[]

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