Elder Scrolls
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Un personaje con estilo de juego de mago.

En The Elder Scrolls V: Skyrim, las 18 habilidades que pueden usarse y mejorar se dividen en tres grupos; el mago, el ladrón y el guerrero. Su conjunto de habilidades se centra en el uso de magia.

En las anteriores entregas de la saga The Elder Scrolls, el jugador podía escoger un conjunto de habilidades y especializarse en ellas durante la creación del personaje. El conjunto elegido tendría una tasa de aumento. En Skyrim, sin embargo, el jugador simplemente tiene que localizar cualquiera de las piedras guardianas localizadas dentro del juego y activar la que más prefiera.

Cada conjunto de habilidades tiene su propia artesanía de habilidades. La del mago se centra en los encantamientos, en contraposición con la alquimia del ladrón y la herrería del guerrero.

Cuando el jugador elige para consultar sus habilidades, su cámara se eleva y se centra en las estrellas. Cada habilidad está representada por su propia constelación, y éstas se agrupan en los tres conjuntos de habilidades.

El Mago[]

El mago se basa en el uso de los hechizos durante el combate, y los beneficios se basan en la mejora de los efectos de cada hechizo. Se trata de personajes muy variados ya que las combinaciones de hechizos, a elección del gusto del jugador, son casi infinitas. Hay cinco escuelas de hechizos: destrucción, conjuración, ilusión, restauración, y alteración. La destrucción trata la magia ofensiva, basándose en la manipulación del fuego, el hielo, y el rayo. La restauración es magia defensiva, contra otros hechizos y contra los no-muertos, además de magia de curación. La conjuración permite conjurar armas, invocar criaturas del plano de oblivion, y resucitar a los muertos. La ilusión se centra en la manipulación de la mente del adversario. La alteración, permite protegerse aumentando el indice de protección, respirar bajo el agua, o invocar luces.

Nota: A diferencia de juegos anteriores, muchos hechizos no dan ninguna habilidad a menos que esté en combate, o al menos entrar en el mismo antes de que se agote la duración (incluyendo pero no limitando a todos los auto brillos, citaciones, las armas ligadas,...).

El Mago, como personaje[]

Si escoges hacer a tu personaje un mago, debes prepararte para una amplitud de elecciones muy superior a cualquier otro estilo de juego. Los magos pueden centrarse en una sola escuela (esto es bastante común) y al hacerlo emplean hechizos sólo de esa escuela, más algunos básicos de otras (un mago centrado en la escuela de conjuración, por ejemplo, se ha centrado en la invocación de atronach. Y gracias a su conocimiento de conjuración, puede conjurar arcos y armas de combate. Pero además conocerá algunos hechizos de destrucción, la curación, y quizá una custodia o una piel robliza). También puedes especializarte en todas a la vez, aunque esto resulta más caótico.

Eso sí, los magos son personajes muy poderosos. Si aprende a administrar bien la magia, no necesita esconderse, puede utilizar sus hechizos para destruir a varios enemigos a la vez, invocar aliados que le ayuden mientras se recupera, o incluso hacer que sus enemigos no le ataquen, o se peleen entre ellos. Además, es una clase especializada para derrotar a todas las demás, donde la mayor dificultad esta en los arqueros (a los que se puede derrotar con la ayuda de atronach y escudos de la escuela de alteración). El fuego te será útil contra guerreros que acostumbran a tener mucha vida, pues no necesitan mejorar el mana y además visten armadura pesada. Y en cuanto a sus armas, si sabes alejarte y manejar los hechizos como piel robliza o pétrea, solo te supondrán una amenaza en forma de ataques de poder. Y es que un mago puede menguar el aguante mediante los hechizos de hielo, que además hacen para el enemigo mas difícil correr, por lo que será mas fácil alejarse.

En cuanto a otros magos, estos serán tus peores enemigos: tendrás que emplear los relámpagos, que hacen tanto daño como el fuego o el hielo pero además menguaran la magia del objetivo. Y, para protegerte, las custodias.

Los magos son, en definitiva, demasiado complejos y variados para explicarlos al completo en esta pagina, así que tendrás que aprender a jugarlos en base a la experiencia y con tu personaje.

Hay muchas maneras de usar un mago, distintos "estilos de juego", que serán explicados brevemente:

-Mago de Alteración: Se basa en la escuela de alteración, utilizando piel pétrea (o algún hechizo de ese índole) y llamas u otro hechizo de destrucción, para matar a sus enemigos.

-Mago Conjurador (Atromago): Se basa en la conjuración de atronachs, como el de hielo, fuego o relámpago, y algo en la escuela de restauración, siempre evitando directamente el combate.

-Mago Conjurador (Necromago): Se basa en la conjuración de cadáveres, revivirlos, a fin de que peleen por ti. Tiene algo en la escuela de destrucción, para conseguir cuerpos para revivir.

-Mago de Ilusión: Utiliza hechizos tales como miedo o calma, para evitar que sus enemigos los ataquen, o bien hace que sus enemigos se peleen y maten entre ellos mismos, aunque también debe saber utilizar la destrucción, en el caso de que el enemigo lo ataque.

-Mago de Destrucción: Se especializa únicamente en la escuela de destrucción, y conoce los hechizos más poderosos de ésta última.

-Mago de Bastón: Utiliza, como bien dice su nombre, bastones que evitan que la magia se gaste. Es entretenido usarlos, aunque siempre se debe de tener al menos una gema de alma, para rellenarlo, por si acaso se queda sin carga.

Estos estilos no son los únicos, aunque son los más usados y a su vez los más fáciles de entrenar. Estamos listos para lo que viene.

El Mago, como rival.[]

Antes de nada se debe tener una cosa clara: si te enfrentas a varios enemigos y uno de ellos es un mago, debes acabar con él primero. Si te centras en otros podrá aprovechar ese tiempo en el que no te centras en él, aunque solo sean unos segundos, para protegerse o (no es tan común) invocar aliados. Además, algunos magos podrán reanimar zombis para que les ayuden, con lo que devolverían a la vida a aquellos a los que mates antes de acabar con ellos. Una vez aclarado esto veamos cómo acabar con ellos según las clases.

El Guerrero

Lo primero que debes recordar es que no puedes contar con la protección del escudo, a no ser que esté encantado, pero solo será verdaderamente útil si está preparado para resistir toda magia, y no solo el fuego o el relámpago, por ejemplo. Otras cosas a tener en cuenta es que, si es inteligente, el mago acabara rápidamente con tu vida, a pesar de la armadura pesada (daño extra del fuego, más mejora de huida, que te hará huir), o te gastara el aguante rápidamente con el hielo, que ademas te ralentizara, por lo que podrá alejarse mientras te mueves a cámara lenta gastando todo tu aguante antes de que llegues a un lugar seguro.

Lo mejor es, a pesar de la advertencia anterior, acercarse corriendo y atacarle rápido. Los magos no suelen tener vida, ya que aumentan la magia. Cuatro estocadas, y morirá, incluso aunque no sean ataques de poder. La única excepción es que este protegido con piel robliza, pétrea, o férrea y tiene la ventaja de alteración que multiplica la defensa si no lleva armadura. Por ello, aunque parezca que no van nada protegidos, sera como si llevaran armadura pesada. Procura atacarles rápido, para que a la hora de ejecutar un hechizo ya hayan perdido parte de la vida.

El Ladrón/El Asesino

Siguiendo el consejo de los guerreros, eliminalos antes que a nadie. Básicamente, procura matarlos en discreción, y habrás eliminado al enemigo más peligroso, o al aliado más poderoso del clásico jefe final, si se trata de una misión sobre matar a un líder bandido. Sin embargo, ten cuidado de no levantar ninguna sospecha, puesto que algunos magos (no muchos) podrán emplear el conjuro "detectar vida" para localizarte incluso detrás de piedras o paredes. Otro buen método es el empleo de arcos, que suelen tener algo más de precisión que los hechizos. Además, las flechas se gastan, pero el mana aun más rápido. Muévete disparando desde una posición segura y conseguirás matarlo.

El Mago

Mátalo a él primero, o si no, el mago rival te dejará sin mana antes de que te des cuenta. Procura protegerte con hechizos como piel pétrea para protegerte de los ataques físicos, y también con una custodia. Por lo demás, utiliza hechizos de tipo rayo, así como de chispas o relámpagos, para menguar tanto su vida como su magia. El fuego también puede ser útil, ya que el daño extra lo matará rápidamente, debido a que la mayoría de los magos aumentan más la magia que la vida o, por supuesto, el aguante.

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