Elder Scrolls
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E lettern el momento en el que le mencionemos a los Ruiseñores a cualquier ladrón digno de tal nombre, es probable que este se ría en nuestra cara. Nos dirá que los supuestos vengadores de la señora daédrica Nocturnal no son sino personajes de ficción que solo existen en los cuentos escritos para espantar a carteristas y niñatos y obligarlos a hacer lo que se les dice. Pero, ¿son realmente ficticios o tan solo unos incomprendidos?

Aunque es cierto que la mayoría de eruditos se burlaría de la idea de una secta sagrada surgida de la chusma amoral y desorganizada que es el gremio de ladrones, hay indicios que sugieren que en otro tiempo existió un grupo de esa naturaleza en Skyrim. Ciento veinte años antes de la publicación de esta obra, se descubrió un cadáver que vestía una extraña armadura, que fue descrita como "si alguien hubiera forjado la noche". La maltrecha armadura lucía una especie de blasón, con el símbolo de un ave rodeando un círculo de negrura informe. Tanto el cadáver como la armadura fueron transportados hasta el Colegio de Hibernalia para su estudio, aunque desaparecieron misteriosamente apenas un día después de su llegada.

Durante años, el blasón de esta armadura pasó de mano en mano por todo Skyrim para poder identificarlo, pero resultó imposible. Entonces, la más insólita de las fuentes, un prisionero encarcelado en las minas de Markarth, afirmó que se trataba del distintivo de un grupo de ladrones que se hacían llamar los Ruiseñores. Cuando se le exigió más información, el prisionero afirmó que los Ruiseñores eran los guerreros de Nocturnal y que ejecutaban sus órdenes sin vacilar. Al parecer, su fuente era alguien que conocía en el gremio de ladrones de Skyrim, aunque se negó a identificarle por su nombre, con lo que su historia fue rápidamente descartada.

El segundo indicio que apunta a la existencia de los Ruiseñores puede encontrarse, aún a día de hoy, a las afueras de Riften. Al final de un corto camino que se desvía del camino principal, se descubrió una piedra de un material ennegrecido que aún no se ha logrado identificar. En su superficie, se ve tallado el mismo blasón que se encontró en la oscura armadura. Quienes comulgan con la teoría de la existencia de los Ruiseñores consideran que marca algún tipo de lugar de reunión. Los demás han descartado, una vez más, el símbolo, considerándolo algún tipo de broma o de distracción del gremio de ladrones.

El último y más controvertido de los indicios es un pasaje que se encontró escrito precariamente en la pared de una celda de Carrera Blanca. La celda había estado ocupada por un dunmer llamado Lorto, al que se apresó por asesinato y aguardaba su ejecución. Una vez ejecutado, se examinó su celda y se encontró el siguiente escrito, arañado en uno de los sillares:

"Toma mi mano, lady Nocturnal, pues servirte es mi voluntad. Como Ruiseñor, renazco de nuevo. Que mi pasado sea un eco de nuestro triunfo".

Esta es la única ocasión en la que se ha establecido un vínculo sólido entre Nocturnal y los Ruiseñores. Lo inusual del pasaje y las connotaciones religiosas hacia Nocturnal realizadas por la mano de un criminal consagrado, mantuvieron el debate en torno a la posible existencia de este grupo encendido durante años. Por desgracia, hasta la fecha no han trascendido más hallazgos en este sentido, con lo que el descubrimiento cayó en el olvido y el debate decayó.

Ante indicios tan escasos, resulta difícil formular conclusiones. Así, nos encontramos ante más preguntas que respuestas. ¿Realmente pueden convivir la religión y el latrocinio? ¿Acaso cuenta la señora daédrica Nocturnal con agentes activos por todo Skyrim con un propósito que, sin duda, será vil y malvado? ¿Tendrá el gremio de ladrones un conocimiento profundo sobre los Ruiseñores que ha jurado mantener en secreto? Tal vez, en un futuro, se nos revelen las respuestas a estas preguntas, pero a día de hoy, corresponde al lector decidir si los Ruiseñores son, realmente, realidad o ficción.
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