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Los dragones son una antigua raza que habitaba Tamriel mucho antes que los humanos y los elfos. Se dice que son originarios del continente de Akavir, de donde vinieron a establecerse en Tamriel. Fueron cazados por los humanos hasta extinguirlos casi en su totalidad en la Era Merética, aunque algunos sobrevivieron hasta eras posteriores, algunos de ellos haciendo tratos o sirviendo a humanos. Varios milenios después, la vuelta de Alduin los resucitó en lo que ha sido llamado la Crisis del dragón. cabe destacar que estos a pesar de ser wyverns por tener dos patas y un par de alas, se suelen representar como dragones siendo que los dragones tienen 4 patas y un par de alas, causa probable para esta incongruencia sería que es mas fácil decirles dragones y no "wyverns" o "guivernos" lo que en realidad son.

Historia[]

Orígenes[]

El origen exacto de los dragones es desconocido. Se cree que son los hijos de Akatosh y como tal están especialmente en sintonía con el flujo del tiempo mismo. También se dice que fueron creados por él para proteger Nirn de los daedra.

Eran indígenas del continente Akavir, pero cuando los tsaesci trataron de "consumirlos", los dragones huyeron a Tamriel. Los ka po' tun de Akavir deseaban convertirse en dragones (la palabra Ka significa "dragón"), y se dice que su líder, Tosh Raka, ha tenido éxito en transformarse en un dragón.

El Colegio de Susurros ha interrogado a varios dremora, que afirman que los dragones simplemente "eran y son": eternos, inmortales, inmutables, e inflexibles. En este sentido, los dragones están más cerca de los daedra que de los animales y las razas mortales; que no tienen edad e inmortalidad, con sus almas perduran más allá de la muerte física, y que no se aparean o crían como animales. Como tal, no hay ejemplos conocidos de huevos de dragón o dragontinos. El ilíaca Bayárea tiene historias sobre estos temas, pero hasta ahora todas han demostrado ser falsas. Los presuntos huevos resultaron ser los huevos de más tamaño de lagartos, no verdaderos dragones.

Alduin, el conocido como "primogénito de Akatosh", se cree que es el primer dragón en existir. Mientras Akatosh y Alduin se representan como dragones, muchos estudiosos creen que los dos son entidades separadas, cosa que el panteón nórdico parece reflejar.

Era del Amanecer[]

Se dice que, durante la Era del Amanecer, hubo una serie de guerras entre argonianos y dragones contra los daedra, ya que las creaciones de Akatosh eran las primeras en no aceptar la sumisión que no proviniera de los Divinos (para leer más ver la historia de Lorkhan), por lo que se puede decir que en algún tiempo hubo una especie de alianza entres ambas especies hermanas. De hecho se dice que los argonianos nacieron de la sangre del mismísimo Alduin.

Era Merética y adoración a los dragones[]

Cuando Ysgramor vino a Tamriel durante la Era Merética, su pueblo trajo con ellos una fe en la que adoraban dioses animales. El más importante de todos esos animales era el dragón, o Drah-gkon en la antigua lengua nórdica. En ocasiones se utiliza el término dov-RHA, derivado de dovah, el nombre que se dan los dragones a sí mismos. El uso de cualquiera de ambos nombres fue prohibido para todos excepto para los sacerdotes dragón. Muchos de los templos construidos en honor a los dragones sobreviven hoy como ruinas antiguas, habitados por draugrs y sacerdotes dragón.

Los dragones abrazaron su papel como reyes-dioses del hombre. A sus ojos eran claramente superiores a los seres pequeños, frágiles y de corta vida que les adoraban. Para los dragones, el poder es igual a la verdad, y su poder sobre los hombres era indiscutible, por lo tanto, era también evidencia de su superioridad. A cambio de la obediencia de sus sacerdotes, los dragones otorgaban pequeñas cantidades de energía para ellos, en forma de máscaras mágicas para sus sacerdotes más favorecidos. A su vez, los sacerdotes dragón gobernaron sobre los hombres, ejerciendo la autoridad igual que si fueran reyes.

En Atmora, de donde vinieron Ysgramor y su pueblo, los sacerdotes dragón exigían tributos y crearon leyes para mantener la paz entre los dragones y el hombre. Sin embargo, en Tamriel su gobierno fue muy diferente. No está claro si esto se debió a un ambicioso sacerdote dragón, un dragón en particular, o una serie de reyes débiles. Cualquiera sea la causa, los sacerdotes dragón comenzaron a gobernar con mano de hierro, por lo que hicieron esclavos virtuales al resto de la población.

Cuando el pueblo se rebeló, los sacerdotes dragón tomaron represalias. Los sacerdotes dragón no pudieron cobrar el tributo y su control sobre las masas comenzó a perderse. La respuesta de los dragones "fue rápida y brutal. Esto comenzó la Guerra de los Dragones. Al principio, los hombres morían por miles.

En ese momento intervino Kyne, que instruyó a Paarthurnax para ayudar a la humanidad. Paarthurnax, originalmente el primer teniente de Alduin, se sentía defraudado por Alduin al proclamarse éste a sí mismo un dios. Como resultado, Paarthurnax traicionó a su antiguo maestro y le enseñó el poder de la Voz a la humanidad.

Con la rebelión contra los sacerdotes dragón, dragones fueron sacrificados en grandes cantidades. Los dragones que sobrevivieron eligieron vivir en lugares remotos alejados de los hombres. Alduin mismo fue desterrado por un grupo de héroes nórdicos en el pico de la Garganta del Mundo de Skyrim, donde utilizaron un Pergamino antiguo para mandarlo a otro tiempo. Mientras los guerreros nórdicos esperaban que Alduin se perdiese en el tiempo para siempre, al cabo de varios milenios apareció para aterrorizar Skyrim de nuevo en la Cuarta Era.

El propio Culto del Dragón, sin embargo, sobrevivió. Construyeron los montículos de dragón, sepultando los restos de dragones que cayeron en la guerra, en la creencia de que un día los dragones se levantarían de nuevo y recompensarían a sus fieles.

Segunda Era[]

En algún momento de la Era Merética, el héroe khajiita Khunzar-ri junto a un grupo de compañeros entre los que se encontraba Cadwell, consiguió encerrar a un grupo de dragones que amenazaba su tierra nativa de Anequina en las Salas de los Colosos. En las historias que se transmitieron desde entonces de generación en generación se hablaba de un "arma demoniaca" encerrada allí, perdiéndose a qué se refería dicha arma.

Varios milenios más tarde, alrededor del 582 SE, el mago de batalla imperial Abnur Tharn buscó este arma, pensando utilizarla para terminar con la Guerra de la Alianza que estaba desangrando Tamriel. Buscó y encontró las dos partes de la Piedra de la ira, y tras descifrarla y encontrar el lugar del que hablaba, se dirigió a las Salas de los Colosos. Allí, sin saber lo que ocurriría, liberó a los dragones que se encontraban sellados, liderados por Kaalgrontiid.

Estos comenzaron a sembrar el terror por todo Anequina, llegando a pactar con la reina usurpadora de Rimmen, Euraxia Tharn. En realidad estaban utilizándola para llegar a obtener parte del poder que les había sido arrebatado.

Desaparición[]

Antes de los acontecimientos de The Elder Scrolls V: Skyrim, el último avistamiento conocido de un dragón en Tamriel fue durante la época de Tiber Septim. Se sabe que él hizo un pacto con los pocos dragones restantes, jurando protegerlos si le servían. A pesar de su promesa, los dragones fueron sin embargo cazados y muertos. No está claro si los últimos huyeron de Tamriel o si fueron exterminados.

Reaparición[]

En plena Cuarta Era, durante la Guerra Civil de Skyrim, Alduin volvió a aparecer, comenzando a resucitar a todos sus antiguos camaradas muertos y enterrados en los túmulos que había dispersos por esta región de Tamriel. Esto, sin embargo, coincidió con la revelación de un nuevo héroe, sin origen conocido, y llamado simplemente El Último Sangre de Dragón, que consiguió viajar al plano de Sovngarde y acabar con la tiranía de Alduin. Los dragones, no obstante, volvieron a poblar el continente después de esto.

Dragones famosos[]

Por juego[]

Apariciones[]

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