Elder Scrolls
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L letterevantaos, nórdicos. Despojaos de los grilletes de la opresión imperial. No os sometáis al yugo de un falso emperador. Permaneced fieles a vuestra sangre y a vuestra patria.

El Imperio nos dice que no podemos rendir culto al bendito Talos. ¿Cómo puede el hombre renunciar a un dios? ¿Cómo puede un auténtico nórdico de Skyrim renunciar al dios que se alzó de nuestra propia tierra? El poderoso Tiber Septim, primer emperador y conquistador de toda Tamriel, ascendió a la divinidad para sentarse a la derecha de Akatosh. Tiber Septim, auténtico hijo de Skyrim, nacido en la tierra de la nieve y la sangre y criado en el honor de nuestras gentes, es ahora Talos, dios de la fuerza y el honor. El Imperio no tiene ningún derecho a decirnos que no podemos rendirle culto.

Torygg, nuestro rey supremo, nos traicionó en favor del Imperio. Cambió a nuestro dios por la paz. Accedió a firmar un pacto con los thalmor, sellado por un emperador de unas tierras distantes. ¿Acaso debemos honrar semejante pacto? ¡No! Mil veces no.

Que las lecciones de la historia caigan en el olvido. El Dominio de Aldmer y sus señores thalmor declararon la guerra contra los hombres, igual que los elfos le declararon la guerra a Ysgramor y a nuestro pueblo en tiempos remotos. La resplandeciente Saarthal ardió hasta los cimientos, reducida a ruinas y escombros por su ataque traidor. Sin embargo, Ysgramor y sus hijos reunieron a los 500 compañeros y combatieron a los elfos, expulsándolos de Skyrim. En la Gran Guerra que libraron nuestros padres, los elfos volvieron a traicionar a los hombres al atacarnos sin mediar provocación. ¡No podemos confiar ni en el Dominio ni en los thalmor!

Como lo fue Ysgramor, Ulfric Capa de la Tormenta es un auténtico héroe de Skyrim. Su nombre resonará en Sovngarde durante generaciones. Solo él tuvo el valor de acusar al rey supremo Torygg y desafiarle a un duelo de combate. El Thu'um de Ulfric, que Talos mismo le otorgó, acabó con el tirano traidor. Y, con su muerte, nos hemos liberado del yugo Imperial y de los señores supremos de los Thalmor, las sombras tras el trono Imperial.

El Imperio ha enviado a sus legiones para gobernarnos. Han enrolado a nuestros propios compatriotas para combatir por su causa. Han enfrentado a hermanos contra hermanos y a padres contra hijos. Han hecho que Skyrim luche contra sí misma en su nombre y por su causa. No permitáis que nos dividan. ¡No permitáis que nos conquisten! Repudiad la ley imperial que prohíbe el culto a Talos. ¡Uníos a Ulfric Capa de la Tormenta y a su causa!
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